Múltiples en uno.
Claro, porque el hombre parece tener comportamientos múltiples contenidos, hay momentos en que su lado analítico predomina , en otros un lado artístico, en determinados momentos aflora una memoria prehistórica, que sería el hombre antiguo que vive en nosotros, el deseo sexual irracional, los instintos.
No obstante, el lado analítico siempre toma las decisiones importantes. Cuando caminamos por la vereda , cruzamos la calle guiados por la lógica de la comprobación del tránsito de automóviles en ese momento, de otros obstáculos y peligros.
Si le damos rienda suelta a alguno de estas personas en particular, pueden pasar cosas terribles. Si dejamos al intuitivo, imaginativo, actuar y tomar el control del cuerpo humano, es posible que acabemos pronto con la existencia del cuerpo.
La esperanza de cruzar la calle sin evaluar si es posible no se puede dejar al azar. Si probamos intuitivamente alimentos extraños, sin analizar su contenido , es posible que pase algo igual. Puede ser algo creativo pero peligroso.
Si el lado cavernícola, instintivo toma el control podría haber muertes, violaciones y excesos y también el cuerpo propio estar en peligro.
Seguramente esta es la razón por la cual se debe moldear al hombre para un comportamiento previsto, previsible.
Primer condicionamiento: el ambiente, las reglas naturales. Aprendemos a respetarlas, no las podemos cambiar, debemos aceptar sus efectos, aunque la civilización ha aprendido a mitigar sus efectos en algunos casos. Es la primera lección de adaptación , de aceptación.
Vamos a la sociedad ahora, tomemos por ejemplo, las leyes, vivimos en medio de una serie de reglas que nos condicionan en nuestras acciones, y no son reglas de sugerencia, tienen penas incluidas.
Desde niños estamos sujetos a condicionamientos, el lenguaje, las experiencias sensibles, la formación del "sentido común", los hábitos y reglas comienzan con los padres, en otro momento se suma la educación, y en las relaciones sociales. A cierta edad ya nos aplican las leyes, una manera potente de regular el comportamiento. En la calle las reglas del tránsito, en los locales comerciales otras reglas...
Más aún, si las reglas se aplican para unos y no para otros, como en Argentina donde las leyes alcanzan a unos y no a otros ello constituye un agregado al conjunto de represiones.
Otra razón para que tengamos "represiones" claras y aceptables, porque nuestra naturaleza trata de desdoblar nuestros diversos componentes en cada momento y nuestra educación y reglas los mantienen unidos.
Hay condicionamientos correctos porque tienen que ver con generar un ambiente calmo y buenas condiciones para la vida en general.
Otros son impuestos contra toda razón, avanzando sobre nuestra libertad de pensamiento, como las imposiciones religiosas.
Se asume el mal como entidad de la naturaleza, cuando podemos pensar con toda lógica que los excesos de represión y condicionamientos incorrectos, o problemas de salud, han generado una persona con comportamiento "maligno".
Otro condicionamiento social es la economía, dado que nos imponen ciertas leyes que inciden en la producción, la captación de recursos, la propiedad, la concentración de recursos, etc. que en el conjunto de reglas son posibles de cambiar, así como cambian las leyes.
Sin embargo se pretenden cambios en un sentido manteniendo otros rígidos como si fuesen dictados por una orden indiscutible.
Para colmo no solo tenemos un desdoblamiento interior sino que tenemos la tendencia a vivir en nuestros sueños, fuera de la realidad.
Ello hace que tengamos que ejercitar nuestra concentración, apuntando a la convergencia en acciones puntuales de la vida diaria.
No en vano los rusos tienen las Mamushkas como símbolo de las diferentes personas que encierra el humano.
En medio de toda esa lucha, los sistemas autónomos del cuerpo trabajan arduamente para mantener las cosas en su lugar, generar células específicas para cada parte del cuerpo, mantener las funciones básicas, circulación, endocrina, digestiva, la temperatura corporal, etc.
Ese cambio permanente nos dice que la idea de permanencia es irreal, estamos continuamente cambiando , el hombre que fui ya no lo soy, soy una copia del mismo, con algunas alteraciones.
Recuerdo en un cierto tiempo, la sorpresa que tuve al meditar sobre estas cuestiones. En cierto momento pude observar mi brazo, entré en la cuenta que lo estaba haciendo por primera vez, puesto que la sorpresa que me generó el hecho de verlo completo, armado, en las condiciones ideales, luego de imaginar los procesos internos para mantener esa apariencia constante, me llenaron de preocupación...
La fragilidad de nuestra constitución física y la poca injerencia que puedo tener en ello hace que vea mi cuerpo, ajeno a mi voluntad...
No solo debo enfrentar el misterio de la naturaleza. Yo mismo, mi constitución y organismo es misterioso. Puedo observar como resuelve mantener mi estructura sin mi intervención. En ese sentido volvemos al conocimiento antiguo. La respiración, el control de los parámetros fisiológicos, aparecen como una puerta de acceso a esa zona desconocida.
( en edición,,,)
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